Fundamentos: Los universitarios de enfermería y de actividad física y del deporte por su formación y futura actividad profesional deberían destacar por sus hábitos saludables. Estudiamos la implicación de la actividad física en sus estilos de vida y salud mental.
Métodos: Estudio transversal en 283 universitarios valorando actividad física (cuestionarios Minnesota y AMPEF sobre motivación), alimentación (recordatorio 24 horas y adherencia dieta mediterránea), EAT26 y calidad de vida (SF12).
Resultados: 54,4% realizaron actividad física continuadamente. El consumo de alcohol y tabaco disminuyó al incrementarse la actividad física. Encontramos mayor consumo de frutas y variedad de alimentos en aquellos con más de 300 minutos/semana de ejercicio físico. La adherencia a dieta mediterránea fue más elevada cuando la actividad física fue moderada.La motivación principal para la práctica física-deportiva fue estética y por salud en la mujer frente a competitiva, adquisición fuerza y resistencia en hombres. La actividad física se asoció a puntuación elevada en salud mental (SF12) aunque en la mujer tiempos muy elevados se asociaron a mayor riesgo para trastornos del comportamiento alimentario.
Conclusiones: La promoción de la salud sigue siendo una tarea que se enseña y se conoce pero no se aplica suficientemente ni siquiera en los futuros promotores de la salud.
Background: University students of nursing and of physical activity and sport due to their training and attitudes, present healthy habits to a greater extent than other young people. We set out to know the implication of physical activity in the lifestyles and mental health.
Methods: Cross-sectional study in 283 university students. We assessment physical activity (Minnesota and AMPEF questionnaires about practice reasons), 24 hour consumption reminder survey, Mediterranean diet adherence, risk eating disorder (EAT26) and quality of life (SF12).
Results: 54.4% performed physical activity continuously. The consumption of alcohol and tobacco decreased with increasing physical activity. We found greater fruit consumption and variety of foods in those who practice more than 300 minutes/week of physical activity. Adherence to the Mediterranean diet was higher when sports activity reached moderate levels. The main motivation for physical-sport practice was aesthetics and health in women versus competitive and strength in men. We found better mental health in young people with more sport activity, only in the female when increasing this time of sports activity, the risk of eating disorders increased.
Conclusions: The promotion of health continues to be a task that is taught and known but not applied enough even in future health promoters.