Lucía Ávalos Tarifa
La medicina paternalista es rechazada cada vez con mayor fuerza por la sociedad, especialmente en algunos servicios como el departamento de emergencias, donde el cuidado que se proporciona al enfermo por parte del profesional no deja de ser mecanicista y protocolario. Atendiendo a esta consideración, cabe cuestionar si dichos protocolos anulan el desarrollo de la empatía, la autoconciencia y la gestión de las emociones del personal de enfermería y por consiguiente, abren una “fuga” en la calidad de la atención que se presta a los usuarios del servicio [fragmento de texto].