Se realizó un estudio retrospectivo de 40 pacientes con fracturas desplazadas en dos y tres fragmentos de la extremidad proximal de húmero, tratados mediante reducción cerrada y enclavado percutáneo con agujas de Kirschner. Conforme a la clasificación de Neer, las fracturas se distribuyeron en 22 casos tipo II y 18 casos tipo III. En 12 casos asociaron otras lesiones traumáticas. Las agujas de Kirschner se introdujeron desde la diáfisis humeral proximal a nivel de la inserción del deltoides a la cabeza humeral en 26 casos, y desde proximal a través del deltoides y el manguito rotador en 14 casos. Los resultados funcionales fueron satisfactorios en un 55% y radiológicamente la reducción de la fractura fue anatómica sólo en un 30%. El resultado funcional final dependió significativamente de la calidad de la reducción postoperatoria conseguida (p = 0,002), teniendo peores resultados cuando la desviación fue ad latus o en valgo; y de la edad (p = 0,002), peor en mayores de 60 años; sin influir el sexo (p = 0,316), el tipo de fractura (p = 0,258) ni la técnica quirúrgica utilizada (p = 0,706). En conclusión, según nuestros resultados esta técnica no es recomendable en el tratamiento de este tipo de fractura, sobre todo en mayores de 60 años, por la dificultad en obtener una adecuada reducción.