Juan Antonio Blasco, Betty-Germaine Simon, Jordi Casabona Barbarà, Anna M. Esteve, Jesús Almeda Ortega, Alejandro Allepuz
Fundamento y objetivo: Mientras que la profilaxis postexposición ocupacional es ampliamente admitida y difundida, la profilaxis postexposición no ocupacional (NONOPEP) es controvertida. La prevención de la transmisión maternoinfantil del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), estudios experimentales animales y retrospectivos en trabajadores sanitarios, además de la plausibilidad biológica justificarían el uso en determinadas circunstancias de la NONOPEP. El objetivo de este trabajo ha sido revisar la existencia de recomendaciones oficiales sobre NONOPEP y describir las actitudes, conocimientos y prácticas sobre esta profilaxis de los médicos que atienden exposiciones accidentales no ocupacionales y personas con conductas de riesgo (varones homosexuales y usuarios de drogas por vía parenteral [UDVP]), así como describir la respuesta en teléfonos de atención al público sobre el sida, en España. Sujetos y método: Estudio descriptivo mediante una encuesta en cada población definida en el apartado anterior entre septiembre de 1999 y julio de 2000, mediante cuestionarios autoadministrados y entrevistas personales. Para los teléfonos se realizaron consultas simuladas anónimas, previamente protocolizadas. Resultados: No había hasta el momento recomendaciones oficiales. El 84% (97/116) de los médicos consultados había atendido algún caso de accidente no ocupacional con exposición de riesgo al VIH en los últimos 6 meses, el 77% (75/97) de éstos habían prescrito NONOPEP y el 76% (57/75) había usado las recomendaciones de los Centers for Disease Control (CDC) de 1998 para la exposición ocupacional. Los casos más frecuentemente atendidos fueron pinchazos con aguja en la calle y roturas de preservativo. Se evidenciaron discrepancias entre los médicos en la evaluación del riesgo y la prescripción en casos de riesgo intermedio. El 41% (103/252) de los homosexuales y el 2% (3/160) de los UDVP en tratamiento conocían la NONOPEP. El 15% (15/98) y el 59% (70/118), respectivamente, tomarían menos precauciones para evitar la infección por el VIH al disponer de la NONOPEP. En el 20% (12/59) de las consultas a los teléfonos de información sobre el sida se mencionó la posibilidad de la NONOPEP. Conclusiones: Los accidentes de riesgo para contraer el VIH susceptibles de NONOPEP son relativamente frecuentes. Sin olvidar la mayor importancia de la prevención primaria, es conveniente disponer de unas recomendaciones de actuación homogéneas y consensuadas, y de un sistema de vigilancia epidemiológica para evaluar la aplicación y eventualmente la efectividad de estas recomendaciones