Marcos Serrano Dueñas
Fundamento: Estudiar las características clínicas del mal de montaña agudo y su influencia según las horas de exposición, la edad y el lugar de residencia. Estudio cohorte prospectivo en los refugios del Cotopaxi y Chimborazo (4.800 y 5.000 m, respectivamente), en los Andes de Ecuador.
Sujetos y métodos: Componen la cohorte turistas de 8 a 51 años de edad residentes en la costa y sierra ecuatorianas, expuestos súbitamente a la altura. Los sujetos se valoraron mediante un protocolo clínico, a las 2, 8 20 y 24 h de exposición, y se categorizó el grado del mal de montaña agudo del siguiente modo: de 4 a 7 puntos, 1 o leve; de 8 a 11 puntos, 2 o moderado, y más de 12 puntos, 3 o grave.
Resultados: Se incluyeron en el estudio 615 enfermos, de los que lo concluyeron 564. La sintomatología neurológica fue más prevalente (cefalea en el 81,7% de los pacientes) que la cardiopulmonar (frecuencia cardíaca mayor de 100/min en el 25,6% de los pacientes). A las 20 h (después de una noche), los signos y síntomas fueron más intensos y afectaron al mayor número de pacientes (p < 0,0001). Los pacientes de 8 a 22 años y los residentes en la costa presentaron mayor riesgo de desarrollar un mal de montaña agudo moderado (p < 0,01). El exceso de peso, el sedentarismo y el antecedente de enfermedad de altura se identificaron como factores de riesgo para padecer MMA 2 (p < 0,001). La incoordinación o desequilibrio fueron exclusivos de quienes presentaron edema cerebral de altura. La disnea en reposo apareció únicamente en los enfermos con edema pulmonar de altura.
Conclusiones: El mal de montaña agudo es una afección neurológica importante. Después de una brusca exposición a 4.800 o 5.000 m, los jóvenes, residentes en la costa, sedentarios, con exceso de peso y quienes habían enfermado antes por la altura presentaron un mayor riesgo de desarrollar un mal de montaña agudo moderado. El desequilibrio, la incoordinación y la disnea en reposo implican mal de montaña agudo grave y presencia de edema cerebral o pulmonar de altura.
Objective: To study the acute mountain sickness (AMS) and the influence the altitude has on individuals according to time of exposure, age and place of residence. Study cohort prospective in the shelters of Cotopaxi and Chimborazo (4,800 and 5,000 m), in the Ecuatorian Andes.
Subjects and methods: Tourists from 8 to 51 years of age, residents of the coastal and mountain regions, exposed suddenly to the altitude. Signs and symptoms were recorded at 2, 8, 20 and 24 h of exposure and categorized according to the degree of acute mountain sickness found: AMS 1 [4 to 7 points (light), AMS 2 [8 to 11 points (moderate)] and AMS 3 [more than 12 points (severe)].
Results: The study, consisted of 615 patients, was completed by 564. Neurological symptoms are prevalents (headache in the 81.7% of patients) over cardiopulmonary symptoms (cardiac frequency over 100/min in the 25.6%). At 20 h (after one night), the signs and symptoms are more intense and affect a greater number of people (p < 0.0001). Patients from 8 to 22 years of age and residents of the coast have a greater risk of developing AMS 2 (p < 0.01). Overweight, a sedentary life style and a previous incidence of altitude sickness are factors which contribute to the development of AMS 2 (p < 0.001).
Conclusions: AMS is an important neurological affection. Young people, individuals from sea-level, as well as those whose are overweight, sedentary or who have previously experienced AMS, have a higher risk of developing AMS 2 after a sudden exposure to altitudes between 4,800 and 5,000 meters. Lack of balance and coordination, and shortness of breath at rest imply AMS 3 and the presence of high altitude cerebral or pulmonary edema.