María José Cecilia, Joaquín García Estañ, Noemí M. Atucha
La automedicación es la administración de medicamentos para aliviar un síntoma o curar una enfermedad sin pasar por el control médico. Este comportamiento está muy extendido a nivel mundial, incluso dentro de la universidad en la que se forman los futuros profesionales que configurarán los servicios sanitarios de la comunidad. Aunque existen estudios relativos a las conductas de automedicación en la población universitaria en otros países, existen pocos datos relativos a este comportamiento en nuestro ámbito. El propósito de este estudio es estimar el nivel de automedicación en un colectivo universitario, así como los factores asociados a este comportamiento. El hábito de automedicación es muy frecuente en nuestra población de estudio, con una media de un 72,5%. Este valor va ascendiendo curso a curso desde un 53% en el primer curso de carrera hasta el 93% en el último. Casi el total de los alumnos admite la automedicación con analgésicos y es de destacar la automedicación con antibióticos (13,6%) utilizados para situaciones clínicas poco definidas. Más preocupante aún es la automedicación con medicamentos bajo receta regulada, como es el caso de los ansiolíticos y tranquilizantes, usado por un 5% de los estudiantes. Concluimos que el alto porcentaje de automedicación de la población general se ve prácticamente correspondido en esta población de estudiantes de Farmacia. Los medicamentos más consumidos son los analgésicos, antihistamínicos y antigripales; existen, además, porcentajes bajos pero notables de automedicación con antibióticos y ansiolíticos, lo que resulta más preocupante.
Self-medication is the administration of medications to relieve a symptom or cure a disease without medical supervision. This behaviour is very widespread worldwide, even within the university in which the future professionals who will play a major role in the community health services are trained. Although there are studies concerning self-medication behaviours in the university population in other countries, there is little data regarding this behaviour in our field. The purpose of this study is to estimate the level of self-medication in a university group of students, as well as the factors associated with this behaviour. The habit of self-medication is very frequent in our study population, with a mean of 72.5%. This figure increases from year to year, from 53% in the first year to 93% in the last. Almost all students admit self-medication with analgesics, and it is worth noting the self-medication with antibiotics (13.6%) used for poorly defined clinical situations. Even more worrying is self-medication with prescription drugs, such as anxiolytics and tranquillisers, used by 5% of students. We conclude that the high percentage of self-medication of the general population is practically matched in this population of pharmacy students. The most commonly used drugs are analgesics, antihistamines and anti-influenza, and there are also low but notable percentages of self-medication with antibiotics and anxiolytics, which is more worrying.