Los enfermeros (y especialmente las enfermeras) estamos acostumbrados a cuidar a los demás (no a ser cuidados), acostumbrados a ayudar a los demás (pero no tanto a recibir ayuda). Esa puede ser una de las razones por las que normalmente no pedimos ayuda si tenemos un problema de salud (sobre todo, si es un problema de salud mental). Además, las características en las que desarrollamos nuestro trabajo son factores que, en sí mismos, ya generan estrés. Si a estos factores sumamos los vinculados con el propio acto de cuidar a personas, el incremento en los niveles de estrés pueden hacer que este sea tan elevado que llegue a sobrepasar la capacidad de afrontamiento de la propia persona, llegando a originar problemas de salud. Eliminar el estrés puede no ser realista; sin embargo, proporcionar a las enfermeras estrategias para afrontar el estrés sí parece un objetivo alcanzable. Por tanto, parece necesario una actitud proactiva para cuidar al personal sanitario, realizando cursos de formación y otros tipos iniciativas que prevengan las patologías mentales (y, por ende, las físicas).
Nurses (and specially women) are used to care the others (but not to be cared), we are used to help other people (but not to receive help). This might be one of the reasons why we do not usually ask for help if we have any health problem (above all, if it is a mental health problem). Besides, the characteristics where we develop our work are factors that, by themselves, causes stress. If we add to these factors the ones related to the act of caring people itself, the increases of the stress levels might be so huge that it overwhelms the person’s capacity to cope with it, and it might produce health problems. To eradicate stress may not be realistic; however, providing nurses strategies to cope with it might be a reachable objective. Thus, it seems necessary to have a proactive attitude to care health professionals, developing learning courses and other kind of initiatives that prevent mental illnesses (and, therefore, the physical ones).