Ana Belén Salamanca Castro
Cada vez somos más las enfermeras que mostramos interés en validar herramientas de medición. Creo que podría interpretarse esto como otro paso adelante de nuestra disciplina (entre los muchos que ya hemos dado) hacia una Enfermería verdaderamente científica que, además de basarse en la mejor evidencia disponible, también se ocupa de que las bases de la información que manejamos sean válidas y fiables. De hecho, validez y fiabilidad son los dos requisitos que se exigen a una herramienta de medida. La validación servirá para, por un lado, identificar el grado en el que el constructo y sus indicadores se han vinculado correctamente (cuanto más estrecha sea relación entre ambos mayor será la validez), y por otro, servirá para diferenciar unos constructos de otros. La fiabilidad se refiere a que la medición sea precisa y estable.
Puede ser que este creciente interés por validar escalas que puedan sernos útiles a las enfermeras sea una consecuencia más de nuestro crecimiento como disciplina ya que, como ya apuntaba en otro editorial, creo que crecemos como investigadores de forma análoga a como lo hacemos como personas y quizás, después de ocuparnos de investigar sobre aspectos más estrechamente relacionados con la práctica estamos ahora evolucionando hacia la investigación que permita establecer marcos de referencia sólidos en los que basar nuestra práctica clínica y nuestras investigaciones.
Every time, more and more nurses show interest on validating tools of measurement. I think this could be understood as another step forward on our discipline (among all the ones we have already given) towards a really scientific Nursing that, besides being based on the best evidence, it also worries about managing validated and reliable information. Actually, validity and reliability are the two requirements for a measurement tool. Validity will be useful to, on the one hand, identify the grade in which the construct and its indicators have been linked correctly (the narrower the relation between them is, the more validity the tool will have), and, on the other hand, it will be useful to discriminate one construct from others. Reliability refers to the precision of the measurement and its stability.
It may be that this increasing interest on validating scales that could be useful for nurses is just a consequence more of our development as a discipline because, as I argued in other editorial, I think we grow up as researchers the same way as we grow up as a person and, perhaps, after having done studies related to our practice, we are now evolving towards a research that allows the establishment of solid reference backgrounds were our clinical practice and our research studies could be based.