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Amelia A. Martí del Moral, Francesca Fortique
En grupos de población de mayores en constante crecimiento, el deterioro cognitivo asociado o no a la edad incrementa en prevalencia mundialmente. Se ha postulado que el consumo de ácidos grasos de cadena larga n-3 (AGCL n-3), también conocidos como omega-3, podrían tener un efecto positivo en la prevención o tratamiento del deterioro cognitivo. Sin embargo, existen hallazgos contradictorios en la literatura respecto al efecto de los AGCL n-3 sobre la función cognitiva, lo cual hace difícil extraer una conclusión sobre su posible función. La presente revisión sistemática estudia la relación entre los AGCL n-3 y el estado cognitivo en adultos de mediana edad y mayores de 60 años para determinar si hay un efecto positivo de la suplementación con omega-3 en el deterioro cognitivo. Adicionalmente, se hace énfasis en cómo la duración de los ensayos, el estado cognitivo basal de los sujetos, la dosis de AGCL n-3 y la presencia de otros factores pudiesen estar relacionados con los diferentes resultados obtenidos. Una búsqueda de ensayos clínicos aleatorizados relacionados con la relación entre el deterioro cognitivo y la suplementación de AGCL n-3 (ácido docosahexaenoico, ácido eicosapentanoico o una combinación de los mismos) se llevó a cabo a través de la base de datos PubMed desde enero de 2010 hasta febrero de 2018 siguiendo la metodología PRISMA. Estudios de intervención que incluían sujetos adultos de mediana edad y mayores de 60 años con o sin deterioro cognitivo leve sin que hubieran recibido otros suplementos (aceite de pescado) fueron incluidos. Diez de los 14 ensayos clínicos aleatorizados mostraron una mejora en algún dominio de la función cognitiva (memoria de trabajo, función ejecutiva, memoria verbal, memoria a corto plazo, rapidez de percepción, etc.). Esta revisión sistemática concluye que la suplementación con AGCL n-3 puede tener un efecto positivo en la función cognitiva. De esta manera, podrían ser usados como una medida preventiva o como tratamiento para el deterioro cognitivo.
In a growing elderly population, mild cognitive impairment (MCI) and age related cognitive decline (ARCD) are increasing in prevalence worldwide. In the search for food compounds able to ameliorate this condition, it has been postulated that n-3 Long chain polyunsaturated fatty acids (n-3 LCPUFA), also known as omega-3, consumption could have a positive effect in the prevention or therapy of these cognitive declines. However, there are contradictory findings in the literature concerning the effects of n-3 LCPUFA on cognitive decline making it difficult to draw a conclusion on this topic. This current systematic review studies the relationship between n-3 LCPUFAs and cognitive status in aged adult and elder populations to determine whether there is or not a positive effect of n-3 LCPUFAs supplementation on cognitive decline. Additionally, we remark how duration periods, different cognitive baseline status in subjects, dosage of n-3 LCPUFAs administration and the presence of other factors might be related to different outcomes. A search of randomized controlled trials (RCTs) related with the relationship between cognitive impairment and n-3 LCPUFA (docosahexaenoic acid, eicosapentanoic acid or combined) supplementation was conducted through PubMed database from January 2010 to December 2017 following the PRISMA statement. Interventional studies which included aged adults or elder subjects with or without MCI and with no previous intake of fish oil supplements (FOS) were included. Ten out of the fourteen RCTs reviewed showed positive outcome on at least one domain of cognitive function (working memory, executive function, verbal memory, short-term memory, perceptual speed, etc.). This systematic review concludes that omega-3 supplementation might have a positive effect on cognitive function. Thus, n-3 LCPUFAs could be used as a preventive or therapeutic tool for cognitive decline in aged or elder adults.
