Miguel Ángel Rodríguez Calero, E. Barceló Llodrá, M. Cruces Cuberos, Ian Blanco Mavillard, M.A. Pérez Axartell
Objetivo Evaluar la efectividad de la implantación de un protocolo de control glucémico del paciente crítico liderado por enfermeras, en términos de mantenimiento de un rango preestablecido de glucemias, reducción de hiperglucemia y prevención de hipoglucemia severa.
Método Estudio cuasiexperimental prospectivo «pre-pos» realizado en una unidad de cuidados intensivos polivalente. Se incluyeron pacientes adultos en tratamiento con insulina endovenosa. Se registraron todas las determinaciones de glucemia desde noviembre de 2014 a agosto de 2015 (preintervención) y desde noviembre de 2015 a agosto de 2016 (pos). La intervención consistió en la implementación de un protocolo basado en la evidencia, para conseguir rangos de glucemia entre 140-180mg/dl. Las variables principales incluyeron proporciones de glucemias dentro de rango, tasas de hipoglucemia severa (menos de 40mg/dl) y tasas de hiperglucemia superior a 200mg/dl.
Resultados Se evaluaron 7864 determinaciones de glucemia pertenecientes a 125 pacientes, 66 preintervención y 59 postintervención. La edad media fue de 66,24±13,99 años, el 64% eran hombres. La proporción de determinaciones dentro del rango fue superior en el grupo postintervención (38,82 vs. 44,34 p<0,001). Se identificó un caso de hipoglucemia severa, que sucedió en el grupo preintervención. La tasa de hiperglucemia severa resultó menor en el grupo postintervención (19,19 vs. 16,28 p=0,001).
Conclusiones Nuestra experiencia muestra que una implantación basada en la evidencia puede mejorar el control glucémico en pacientes críticos. Se observaron mayores tasas de glucemia dentro de rango. El protocolo resultó útil en la prevención de la hipoglucemia severa. El liderazgo del equipo de enfermería y la toma de decisiones autónomas basadas en datos clínicos permitió mejorar los resultados en salud de los pacientes.
Aim To assess the effectiveness of the implementation of a protocol for glycaemic control in critical care, in terms of maintenance of a pre-established target of blood glucose level, reduction of hyperglycaemia and prevention of severe hypoglycaemia.
Method Prospective “pre-post” quasi-experimental study carried out in a general critical care unit. Adult patients treated with intravenous insulin were included. We recorded all glycaemic tests performed from November 2014 to August 2015 (pre-intervention) and from November 2015 to August 2016 (post-intervention). The intervention consisted of the implementation of an evidence-based glycaemic control protocol to achieve glycaemic levels in a range of 140-180mg/dl. Main variables analysed were: proportion of glycaemic tests in the target range, proportions of severe hypoglycaemia (under 40mg/dl) and hyperglycaemia over 200mg/dl.
Results We analysed 7864 glycaemic tests from 125 patients, 66 pre-intervention and 59 post-intervention. Average age was 66.24±13.99 years, 64% of patients were male. The proportion of tests within the target range was higher in the intervention group (38.82 vs. 44.34 p<.001). Only one case of severe hypoglycaemia was identified, which happened in the pre-intervention period. The rate of severe hyperglycaemia was lower in the post-intervention group (19.19 vs. 16.28 p=.001).
Conclusions Our experience shows that implementation of evidence-based interventions can improve glycaemic control during critical illness. We found higher glycaemia levels in the target range. The protocol proved useful in the prevention of severe hypoglycaemia. Nurse-led interventions based on clinical data improved health results in our patients.