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Carmina Montilla Tomás, Pilar Alonso Díaz
Introducción: La fragilidad es un estado asociado al envejecimiento que se caracteriza por una disminución de la reserva fisiológica que se manifiesta en mayor morbimortalidad1. Por tanto, su identificación es fundamental en atención primaria, ya que es el primer ámbito de actuación para la detección temprana y la realización de actividades preventivas. Objetivo: Identificar las personas ≥ 65 años frágiles, pre-frágiles y robustos por rangos de edad del cupo seleccionado del Centro de Salud de Beniopa, Gandía. Material y métodos: Estudio observacional, descriptivo y transversal de los pacientes ≥65 años pertenecientes al cupo del Centro de Salud de Beniopa atendidos entre octubre y diciembre de 2016. Se realizó un muestreo aleatorio sistemático con un total de 72 miembros. Variables del estudio: edad, sexo, resistencia, lentitud, comorbilidad, pérdida de peso, polifarmacia, agotamiento autorreferido, actividad física y escala Barthel.
Resultados: La prevalencia de fragilidad fue del 25%. Además obtuvimos 29,17% pre-frágiles y 45,83% robustos. La fragilidad abundaba más en mujeres. En el análisis de fragilidad y actividad física ningún paciente frágil realizaba ejercicio, mientras que todos los robustos sí. Los factores asociados a la fragilidad fueron: edad avanzada, resistencia comprometida, polifarmacia, referir agotamiento y nivel bajo de actividad física. Tras la evaluación de pérdida de autonomía con el Barthel detectamos un 44,44% de pacientes independientes. Conclusión: Existencia de fragilidad en personas ≥ 65 años en dicho centro. La prevalencia de la cual fue ligeramente superior a otros estudios que emplearon los mismos criterios.
