Se presentan los casos de dos niños de diez años con historia de impactación recurrente de cera en conductos auditivos, con hipoacusia leve ocasional. En la exploración otoscópica se apreció una estrechez de conductos auditivos externos que imposibilitaba la visualización de los tímpanos, incluso tras la limpieza de cerumen. Dicha estenosis no había sido evidente en las otoscopias previas a esta edad.