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B.A. Timmins, C. Thomas Riché, M.W. Saint-Jean, J. Tuck, Lisa Merry
Objetivo: Describir los facilitadores y las barreras a las que las enfermeras se enfrentan para realizar una atención de calidad de heridas en tres unidades quirúrgicas de un hospital en Puerto Príncipe, Haití.
Antecedentes: Hasta una cuarta parte de pacientes en países de bajos y medianos ingresos pueden contraer al menos una infección mientras están hospitalizados. Existe una escasez de investigaciones que estudien las prácticas de enfermería en la atención de heridas en países de bajos y medianos ingresos con respecto a la prevención de infecciones nosocomiales.
Métodos: El diseño fue descriptivo cualitativo. Obser vamos al personal de enfermería en unidades de cirugía general, ortopedia y maternidad mientras realizaban curas rutinarias (n= 15) . Entrevistamos a enfermeras (n= 13) y médicos residentes (11=3) y les preguntamos sobre sus percepciones de facilitadores y barreras para que las enfermeras practiquen en una atención de calidad de las heridas.
Resultados: Varias prácticas de atención de heridas parecían bien integradas, como el uso de guantes para quitar vendajes, aplicar vendajes estériles, desechar adecuadamente los materiales sucios, inspeccionar las heridas en busca de signos de infección y emplear medidas de comodidad y privacidad. Las áreas que podrían necesitar mejoras fueron técnicas asépticas, higiene de manos, evaluaciones del dolor, educación del paciente y documentación. Identificamos cuatro temas relacionados con las barreras y los facilitadores para realizar una atención de calidad de las heridas: (i) materiales y recursos; (ii) ratios enfermera-paciente, carga laboral y apoyo; (iii) roles y responsabilidades de las enfermeras; y (iv) conocimiento y formación de las enfermeras.
Conclusión: Las prácticas de enfermería de atención de heridas pueden optimizarse mejorando el estatus profesional y las condiciones laborales de las enfermeras.
Implicaciones para la práctica de enfermería y la política sanitaria: Es necesaria una mayor inversión económica en atención sanitaria y educación (continua), autorregulación y desarrollo de los roles de enfermería, incluida una mayor autonomía, para elevar el estatus profesional de las enfermeras en Haití. Las políticas institucionales deberían promover las mejores prácticas, aclarar los roles y las responsabilidades de la enfermería y fomentar la colaboración interdisciplinaria en la atención al paciente.
