Khalaf Alotaibi, I. Higgins, J. Day, S. Chan
Objetivos: Identificar y sintetizar evidencia relacionada con el conocimiento y las actitudes de las enfermeras, las barreras y los facilitadores para la evaluación y la gestión eficaces del dolor en bebés y niños.
Antecedentes: El dolor entre niños es una experiencia común. El alivio del dolor es un derecho humano fundamental, sin embargo, los niños hospitalizados continúan experimentando que no se les alivia el dolor. La disposición de una gestión efectiva del dolor es una parte integral del rol de la enfermera.
Métodos: Guiados por el marco de cinco etapas de Whittemore y Knafl, se realizaron búsquedas de los principales estudios revisados por pares, publicados en inglés entre 2000 y 2018 utilizando CINAHL, PubMed, ProQuest, PsyclNFO y Scopus. La búsqueda inicial arrojó 292 artículos. Se incluyeron 27 artículos en esta revisión: cuantitativos (n=18), cualitativos (n=5) y métodos mixtos (11=4) .
Resultados: Los resultados mostraron que, internacionalmente, las enfermeras tienen un conocimiento y una actitud deficientes de los principios básicos de evaluación y gestión del dolor. Las barreras para la gestión efectiva del dolor incluyen la ausencia de formación sobre el dolor y de herramientas para su evaluación, la renuencia de los padres en comunicar el dolor y la prescripción insuficiente de analgesia por parte de los médicos. Los facilitadores para la gestión efectiva del dolor incluyen la participación de los padres en la atención, las relaciones de confianza y respeto entre enfermeras y niños y los ratios adecuados enfermera-paciente.
Conclusión: Los resultados de la revisión sugieren la necesidad de mejorar la formación de enfermeras, médicos y familias de los pacientes en relación a la gestión del dolor pediátrico, la comunicación y las colaboraciones interprofesionales. Es necesario maximizar los facilitadores y superar las barreras, tal como las identificadas en esta revisión, para garantizar la calidad de la gestión del dolor pediátrico.
Implicaciones para la enfermería y la política sanitaria: La política de enfermería y sanitaria debería exigir la priorización de la gestión del dolor pediátrico, los roles clínicos y responsabilidades de los miembros del equipo interdisciplinario. La formación universitaria de grado, posgrado y continua para enfermeras y otros profesionales sanitaros también debería enfocar la gestión del dolor pediátrico. La educación continua sobre la gestión del dolor pediátrico debería ser obligatoria para todos los profesionales sanitarios que atienden a niños.