Sevilla, España
Antecedentes Estudios han relacionado la posible influencia entre los desequilibrios de la biomecánica del pie y el dolor lumbar crónico (CLBP). Según indican algunos autores la limitación del movimiento de la flexión dorsal (FD) de la articulación tibioperonea-astragalina del pie (TPA) puede presentarse como un factor de riesgo en el dolor lumbar crónico.
Objetivo Evaluar el dolor lumbar crónico en sujetos con pies pronadores con limitación de la flexión dorsal del tobillo en al menos un pie, frente a sujetos pronadores con movilidad normal del tobillo.
Material y método estudio descriptivo transversal con muestreo por conveniencia realizado en una muestra compuesta por 126 sujetos con dolor lumbar crónico y pies pronados. Se comparó un grupo de sujetos con CLBP que presentaron limitación de la flexión dorsal de al menos un tobillo, frente a otro grupo de pronadores con CLBP y rango de movimiento normal de tobillo. Como herramientas de valoración de la variable dependiente se utilizó la escala visual analógica (EVA) y el Índice de discapacidad por dolor lumbar de Oswestry (ODI).
Resultados Se encontró correlación positiva entre la limitación de FD de la TPA en sujetos pronadores con CLBP frente al grupo de pronadores con CLBP y FD normal (EVA 4 ± 0,22; ODI: 11,85% ± 1,21). La limitación del movimiento de FD de TPA parece mostrarse como un factor de riesgo en el CLBP (EVA 5,3 ± 0,22; ODI: 17,90% ± 1,42; valor de p ODI = 0,004; EVA 0,009).
Conclusiones Se evidencia un mayor CLBP en el grupo de pronadores con limitación de FD de al menos una TPA frente al grupo de sujetos pronadores con rango normal de movimiento.
Background The influence between the imbalances in foot biomechanics and chronic low back pain (CLBP) has been described in different studies. Some authors suggest that the reduced ankle (TPA) dorsiflexion (FD) can present as a risk factor in chronic low back pain.
Objective To evaluate low back pain in subjects with pronated feet and limited ankle dorsiflexion compared to those with pronated feet and normal mobility of ankle.
Material and method A cross-sectional study with convenience sampling was performed on 126 subjects with chronic low back pain and pronated feet. Participants were divided into two groups, both with pronated feet but one with reduced FD in at least one foot and the other with normal FD of TPA movement. A visual analogue scale (VAS) and the Oswestry Low Back Pain Index (ODI) were used as tools for assessing the dependent variable.
Results After the analysis of the data, a positive correlation was found between the limited FD of the movement of the TPA in pronated feet subjects with CLBP versus those who had normal mobility of TPA and pronated feet (VAS 4 ± 0,22; ODI: 11.85% ± 1.21). The limitation of the joint range of the ankle seemed to be a risk factor in CLBP in pronator subjects (VAS 5.3 ± 0.22; ODI: 17.90% ± 1.42) (ODI scale = 0.004, VAS 0.009).
Conclusions There is evidence of a higher rate of chronic lumbar pain in pronated patients with reduced ankle dorsiflexion as assessed with a VAS and the ODI scale.