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Francisco Javier Rivas Flores
Una de las características antropológicas, que nos diferencia de las otras especies es la capacidad de poder ayudar a los otros seres humanos. Desde los albores de la humanidad la creación de los grupos humanos ha tenido como característica ayudar a los mas menesterosos, a los mas necesitados (Hontangas, 2009). La organización social llevaba a que en el reparto de tareas siempre habría alguien que de manera altruista se ocupara de las necesidades de otros miembros de la comunidad. Con el anuncio del Evangelio que lleva a cabo Jesús y que, posteriormente, se plasma en las comunidades que se van creando y creciendo, se entiende que además este servicio altruista se convierte en una muestra de la presencia de Dios en el mundo, en una muestra de un amor solidario que considera a los seres humanos hermanos, hijo del mismo Padre, y por tanto se expresa compartiendo y estar atentos a las necesidades de los otros miembros de la comunidad, como nos enseña la vida de las primeras comunidades cristianas.
