Fernando Gómez-Busto, Virginia Andia Muñoz, Loli Ruiz de Alegría, Inés Francés Román
La demencia condiciona la nutrición del paciente desde su inicio, produciendo anorexia, pérdida ponderal, apraxias para la ingesta y disfagia. Cada fase evolutiva exige estrategias diferentes que deben comenzar por la sensibilización, el conocimiento del problema y su detección temprana. En la demencia, la disfagia se presenta habitualmente en fases avanzadas y con frecuencia el paciente está institucionalizado. Tras su sospecha, hay que evaluar la tolerancia del paciente mediante el test de volumen/viscosidad, introducir estrategias ambientales y posturales en la alimentación y modificar las texturas de la dieta. Ésta es una labor compleja que exige la participación de un equipo interdisciplinario bien formado que pueda ofrecer información y alternativas, integrando al entorno familiar en el plan de cuidados. La dieta adaptada debe basarse en la alimentación tradicional, que puede combinarse con preparados comerciales y suplementos nutricionales para conseguir una dieta variada que aumente la satisfacción de pacientes, cuidadores y familia. Las sondas de alimentación no han demostrado beneficios en la alimentación de los pacientes con demencia avanzada. Por todo ello, proponemos la alimentación oral asistida como la forma más natural y adecuada en este tipo de pacientes, respetando su voluntad previamente expresada.
From the onset, dementia affects the patient's nutritional status, producing anorexia, weight loss, feeding apraxia and dysphagia. Distinct strategies are required in each of the stages of this disease, starting with awareness and knowledge of the problem and its prompt detection. In dementia, dysphagia usually appears in advanced phases, when the patient is often institutionalized. When dysphagia is suspected, the patient's tolerance must be evaluated by the volume/viscosity test, environmental and postural strategies should be introduced, and the texture of the diet should be modified. This is a complex task requiring the involvement of a properly trained interdisciplinary team, able to provide information and alternatives and integrate the family environment in the patient's care. The adapted diet should be based on the traditional diet that can also be combined with artificial supplements to provide a varied diet that increases patients’, caregivers’ and relatives’ satisfaction. Tube feeding has shown no nutritional benefits in patients with advanced dementia. Therefore, we propose assisted oral feeding as the most natural and appropriate form of feeding in these patients, always respecting their previously expressed wishes.