Robert L. Ashford, Ian Mathieson, Keith Rome
Antecedentes. Pes Adulto planus (pie plano) es un problema común encontrado por muchos profesionales de la salud. A pesar de la percepción de que el pie plano puede causar dolor y deteriorar su función, la disponibilidad y el uso generalizado de diversos tratamientos, no hay consenso sobre la estrategia óptima de tratamiento. Objetivo. Evaluar la efectividad de las intervenciones conservadoras (no quirúrgicos) para pie plano en los adultos. Método. Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura. Esto incluye: el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados; los Juicios CMSG Especializados Registro; una búsqueda electrónica se realizó utilizando MEDLINE (1960 a junio de 2012), EMBASE (1980 a junio de 2012), y CINAHL (1982 - junio de 2012). Revistas especializadas, listas de referencias de ensayos y artículos de revisión se realizaron búsquedas manuales. Criterios de selección: Ensayos aleatorios o cuasialeatorios de intervenciones de tratamiento para el pie plano en los adultos. Se excluyeron los ensayos que incluyeron patologías específicas como el dolor plantar del talón, las fracturas por sobrecarga de los metatarsianos, disfunción del tendón tibial posterior-, fracturas de tobillo, patologías del pie reumatoide, enfermedades neuromusculares y las complicaciones del pie diabético. Recopilación y análisis de datos: Dos autores seleccionaron de forma independiente los resultados de la búsqueda para identificar a aquellos que satisfacen los criterios de inclusión y evaluaron la calidad de los incluidos mediante una lista de control basado en la Evaluación de la Colaboración Cochrane de Riesgo. Esta herramienta se centró en el riesgo de la selección, el rendimiento, la detección, la heterogeneidad y el sesgo de notificación. Resultados. Cuatro ensayos, con 140 sujetos, cumplieron los criterios de inclusión para la revisión. Los cuatro fueron juzgados como de alto riesgo de sesgo en al menos un área, y también estaban en riesgo de sesgo incierto en al menos otra zona. Todos anotaron altamente en relación al sesgo de deserción, debido al corto seguimiento tiempos y diseños experimentales utilizados. Los datos no se agruparon debido al alto nivel de heterogeneidad identificada en las intervenciones evaluadas, los participantes seleccionados y medir los resultados. Los resultados de un estudio sugieren que después de cuatro semanas de uso ortesis puede resultar en una mejora significativa en vaivén lateral medio, y pueden resultar en una mejor, aunque no significativa, en general relacionados con la calidad de vida de los pies (Roma 2004). Un estudio (Redmond 2009) sugiere que su efecto sobre la distribución de la presión plantar en el pie puede no depender de si son personalizados o dispositivos prefabricados. Aunque este estudio se identificaron cambios significativos en algunas variables de presión plantar tanto con la costumbre y dispositivos prefabricados, otro (Esterman 2005) no encontró ningún efecto significativo de longitud ¾ ortesis prefabricadas sobre el dolor, la incidencia de lesiones, salud pie o de calidad de vida en un grupo de reclutas de la fuerza aérea. El cuarto estudio (Jung 2009) sugiere que el ejercicio de los músculos intrínsecos del pie puede mejorar el efecto de las ortesis. A pesar de estos resultados, ya que cada estudio incurrió riesgo de sesgo en al menos un área no se pueden sacar conclusiones.
Background. Adult pes planus (flat foot) is a common problem encountered by many health care professionals. Despite the perception that flat foot can cause pain and impair function, and the availability and widespread use of various treatments, there is no consensus on the optimal treatment strategy. Aim. To assess the effectiveness of conservative (non-surgical) interventions for pes planus in adults. Method. A systematic search of the literature was undertaken. This included: the Cochrane Central Register of Controlled Trials; the CMSG Specialized Trials Register; an electronic search was conducted using MEDLINE (1960 to June 2012), EMBASE (1980 to June 2012), and CINAHL (1982 - June 2012). Specialised journals, trial reference lists and review articles were hand searched.
Selection criteria: Randomised or quasi-randomised trials of treatment interventions for pes planus in adults. Trials that included specific pathologies such as plantar heel pain, metatarsal stress fractures, posterior-tibial tendon dysfunction, ankle fractures, rheumatoid foot pathologies, neuromuscular conditions and diabetic foot complications were excluded. Data collection and analysis: Two authors independently screened the search results to identify those meeting the inclusion criteria and quality assessed those included using a checklist based on the Cochrane Collaboration Assessment of Risk of Bias tool. This tool focused on risk of selection, performance, detection, attrition and reporting bias. Results. Four trials, involving 140 subjects, met the inclusion criteria for the review. All four were judged to be at high risk of bias in at least one area, and were also at unclear risk of bias in at least one other area. All scored highly in relation to attrition bias, due to the short follow up times and experimental designs used. Data was not pooled due to the high level of heterogeneity identified in the interventions assessed, participants selected and outcomes measured. The results of one study suggest that after four weeks of use orthoses may result in a significant improvement in medio lateral sway, and may result in improved, although non-significant, general foot-related quality of life (Rome 2004). One study (Redmond 2009) suggests that their effect on plantar pressure distribution in the foot may not be dependent on whether they are custom or prefabricated devices. Although this study identified significant changes in some plantar pressure variables with both custom and prefabricated devices, another (Esterman 2005) failed to find any significant effect of ¾ length prefabricated orthoses on pain, injury incidence, foot health or quality of life in a group of air force recruits. The fourth study (Jung 2009) suggests that exercising the intrinsic foot muscles may enhance the effect of orthoses. Despite these findings, since each study incurred risk of bias in at least one area no conclusions can be drawn.