Antonio Ponce Vargas, M. Rodríguez Pérez
La enfermedad ósea de Paget (EP) es, después de la osteoporosis, el trastorno óseo más frecuente en los países de nuestro entorno. No obstante su distribución geográfica es irregular, encontrándose diferencias regionales dentro de un mismo país. En España se ha informado de varios focos con una mayor prevalencia. El objetivo de este trabajo fue determinar la prevalencia de la enfermedad en los centros y residencias geriátricas de la provincia de Málaga, usando para ello un modelo epidemiológico de corte transversal. La muestra la componen 328 individuos mayores de 65 años. El estudio se realizó sobre una muestra aleatorizada de las residencias y centros geriátricos de la provincia de Málaga. Se consideró un error muestral de ± 2,41% para un nivel de confianza del 95%. La recolección de los datos se realizó a través de la revisión de las historias clínicas de los pacientes institucionalizados y la determinación sérica de la fosfatasa alcalina y transaminasas. Los casos sugerentes de EP se confirmaron mediante examen clínico, radiológico y gammagráfico. El trabajo de campo se realizó durante un período de nueve meses. Estos datos se tabularon en una hoja de cálculo para su análisis e interpretación epidemiológica. La prevalencia de la EP en la población estudiada es de un 2,8% (IC 95%: 1,9-3,7). El 62,5% de los casos se detectaron entre los 80 y 89 años y en su mayoría fueron mujeres. El 33,3% de los casos eran oriundos de Málaga y tenían una estancia media en la zona mayor de 50 años. Estos datos sugieren que la prevalencia de EP en esta población no es superior a la esperada. Se sugiere que en poblaciones sin endogamia, la magnitud de la prevalencia de la enfermedad no llega a las cotas de las localidades familiarmente agregadas, lo que apoya la corriente más actual de la etiopatogenia genética de la enfermedad.
Paget's disease of bone (PD) is the second most common bone disorder after osteoporosis in western countries. However its local distribution varies and there are regional differences within the same country. In Spain there are several areas where the incidence of PD is higher. We carried out a cross-sectional study to determine the prevalence of PD in a random sample of health centres and geriatric residences in the province of Malaga, Spain. The study included a total of 328 persons of 65 years of age or older and the sample error was ± 2.41% for a 95% confidence interval. Data were obtained from the patient records and the serum alkaline phosphatase and transaminase values. Cases suggestive of PD were confirmed by means of a clinical examination, radiological studies and bone scans, and took place over a period of 9 months. The data were transferred to a spreadsheet for posterior analysis and epidemiological study. The prevalence of PD in the study population was 2.8% (95% CI: 1.9-3.7), with most patients being female and 62.5% of the cases being detected in patients 80-89 years old. One third of the cases (33.3%) were from Malaga with a mean duration of residence in the area of more than 50 years. These data suggest that the prevalence of PD in this population is no higher than expected. We propose that in populations with no inter-breeding the degree of prevalence of PD does not reach the rates found in closer communities, which supports the current belief of a genetic etiopathology of the disease.