M. M. Roman García, María Victoria Garcés Puentes, Manuel Díaz Curiel
Objetivo. Relacionar la densidad mineral ósea (DMO), las fracturas y algunos probables factores de riesgo de fractura en mujeres postmenopáusicas de la Comunidad de Extremadura. Pacientes y métodos. Se estudiaron 304 mujeres postmenopáusicas (edad:50-79 años), 138 sin historia clínica de fractura (grupo sin fractura) y 166 con fracturas después de los 50 años (grupo con fracturas). En el grupo sin fracturas fueron causa de exclusión las enfermedades y tratamientos que pueden afectar el metabolismo óseo, la menopausia precoz, inmovilización de más de 6 meses y la historia de fracturas. Se determinó la DMO en columna lumbar (L2-L4), lateral, cuello de fémur y triángulo de Ward, mediante absorciometría dual de rayos X (método DXA). Se aplicó un cuestionario para obtener la historia de fracturas, edad de la menopausia, antecedentes familiares de osteoporosis y/o de fracturas, consumo de lácteos, tabaco, café y alcohol, exposición al sol, paridad, actividad física y hábitat. Se analizaron los datos utilizando el paquete estadístico SPSS. Resultados. La edad, talla, peso e índice de masa corporal (IMC) fueron similares en ambos grupos, pero se observó diferencia en la edad de la menopausia (p < 0,001). La DMO en el grupo con fracturas fue más baja que en el grupo sin fracturas, en todas las localizaciones evaluadas (p < 0,001). En el grupo con fracturas, el 19,9% tenía DMO normal, el 45,8%, osteopenia y el 34,3% osteoporosis. La edad de la fractura fue 59,8 ± 6,1 (m ± DE) años. Se encontraron fracturas de cadera, Colles, miembro inferior, más de una fractura y en diversas localizaciones que correspondían a costillas, pelvis, húmero, clavícula, dedos, omóplato y codo. La más frecuente y la única que presentó DMO similar al grupo sin fracturas fue la fractura de miembro inferior. El odds ratio del antecedente familiar de osteoporosis y/o fracturas para las fracturas de cualquier localización fue 2,404 (IC del 95%: 1,315-4,396) y OR:4,242 (IC del 95%: 2,028-8,875) para las fracturas de cadera y Colles, consideradas conjuntamente. Entre las mujeres que se exponían al sol más de 30 minutos/día, además de la insolación (nivel medio-alto), el 80,2% pertenecían al grupo sin fracturas y el 19,8% habían tenido fracturas de cadera o de Colles. No se encontró relación entre frecuencia de fracturas y actividad física, paridad, consumo de café y de alcohol. Conclusiones. Las mujeres extremeñas mayores de 50 años, que presentan osteopenia, antecedentes familiares de osteoporosis y/o de fracturas, menopausia temprana y escasa exposición al sol tienen riesgo de sufrir fracturas de cadera, Colles o más de una fractura en diversas localizaciones del esqueleto, exceptuando las de miembro inferior.
Objective. To examine the relationship between bone mineral density (BMD), fractures and fracture risk factors in a population of postmenopausal women from the Extremadura Community. Patients and methods. The patients consisted of a total of 304 postmenopausal women (aged between 50 and 79), 138 of which had no clinical history of a fracture (normal group), and 166 who had experienced a fracture after the age of 50 (fracture group). In the normal group the exclusion criteria were diseases and therapies, which might have an influence on bone metabolism, early menopause, long-term immobilization and prior fractures. BMD of the lumbar (L2-L4) and lateral spine, femoral neck and Ward's triangle were measured using dual-energy x-ray absorptiometry (DXA method). The following information was obtained using a comprehensive questionnaire: history of fracture, age of menopause, family history of osteoporosis and/or fractures, consumption of milk products, smoking, consumption of caffeine and alcohol, sun exposure, parity, physical activity and life environment. All statistics were analysed using the Statistical Package for Social Sciences (SPSS). Results. Between the two groups (normal and fracture) there were no differences in age, height, weight or body mass index (BMI), but there was a significant difference in the age of menopause (p < 0.001). The fracture group had lower BMD, at all measured sites, than the normal group (p < 0.001). Of the fracture group 19.9% had normal BMD, 45.8% osteopenics and 34.3% osteoporotics, with the mean age of fracture occurrence being at 59.8 ± 6.1. The fractures were distributed at the hip, Colles, and in lower extremities. Also, within the fracture group, there were two sub-groups. One group with more than one fracture and the other with fractures in different skeletal sites (ribs, pelvis, humerus, collar bone, fingers, shoulder-blade and elbow). Lower extremities fractures were the most frequent and the only ones with normal BMD. Those patients with a family history of osteoporosis and/or fractures had an odds ratio, for any location fracture, of 2.404 (IC 95%: 1.315-4.396) with a combined odds ratio for hip and Colles fractures of 4.242 (IC 95%: 2.028-8.875). Of the patients who had sun exposure of 30 minutes or more each day (high level), just 19.8% were in the fracture group with hip or Colles fractures, whereas the remaining 80.2% were in the normal group. There was no relationship between the frequency of fractures and physical activity, parity, caffeine and alcohol consumption. Conclusions. Women within the Extremadura Community - who are older than 50, have osteopenia, a family history of osteoporosis and/or fractures, experience an early menopause and reduced sun exposure - have a risk of hip or Colles fractures and an additional risk of multiple fractures in different skeletal sites, except in the lower extremities.