Un diagnóstico adecuado y el tratamiento temprano de la malnutrición comportan unos beneficios clínicos y económicos en los pacientes hospitalizados, especialmente en los ancianos, que son los que con más frecuencia presentan signos y síntomas de malnutrición en el momento de ingresar en un hospital. Una intervención nutricional agresiva mejora su estado nutricional, favorece el pronóstico, disminuye la tasa de reingresos e incluso podría mejorar la calidad de vida. Sin embargo, la prevalencia de malnutrición en los hospitales se mantiene elevada.
A pesar de las numerosas publicaciones realizadas, aún no existe un consenso entre los profesionales sanitarios acerca de la indicación de la suplementación habitual en los ancianos hospitalizados. En este artículo se revisan los posibles beneficios de los suplementos nutricionales orales en ancianos hospitalizados, aunque también se comentarán otros aspectos de la suplementación nutricional en este grupo de edad.