La participación es un proceso que requiere la implicación de responsables de la política, del personal directivo y técnico de las instituciones, y de la ciudadanía, así como de la acción intersectorial e interdisciplinaria. Para generar cambios transformadores es necesaria una infraestructura que favorezca la participación y la acción planificada, reconociendo a todos los actores del proceso. Se precisan tiempo y compromiso para su continuidad a través de la producción conjunta de acciones, y de ahí la importancia de consolidar proyectos participativos que continúen más allá de los cambios políticos para que los servicios públicos sean sostenibles. La formación, el uso adecuado de las herramientas de participación y una política horizontal de poder delegado son imprescindibles para el desarrollo de la participación. Herramientas como sondeos, sociogramas, flujogramas, mapeos de activos para la salud, presupuestos participativos o matrices de evaluación participativa son algunas de las que pueden elegirse, en función del tipo de materias abordadas, el tiempo y los recursos disponibles, las características de la población participante y del territorio, así como del uso que se va a hacer de la información generada para la siguiente fase. Las herramientas de participación son útiles para que la ciudadanía profesionales analicen, comprendan, debatan y decidan colectivamente con el fin de mejorar las condiciones de vida y los entornos. En la última década, las redes sociales en el entorno virtual han generado nuevas tendencias de participación masiva y autogestionada por la ciudadanía.
Participation is a process that requires the involvement of the policy makers, managers, technicians and staff of the institutions, and of citizens, as well as intersectoral and interdisciplinary action. To generate transformative changes, an infrastructure that encourages participation and planned action is required, and that recognises all the actors in the process. It takes time and commitment to ensure continuity through the joint production of actions, hence the importance of consolidating participatory projects that continue beyond political changes making public services sustainable. Training, the appropriate use of participation tools and a horizontal policy of delegated power are essential to ensure participation. Surveys, sociograms, flowcharts, health assets mapping, participatory budgets and participatory evaluation matrices are some of the tools that can be chosen, depending on the type of subjects addressed, the time and resources available, the characteristics of the participating population and territory, as well as determining the use that will be made of the information generated for the next phase. Participation tools are useful for citizens and professionals to analyze, understand, debate and decide collectively how to improve living conditions and environments. Over the past decade, social networks in the virtual environment have generated new trends in mass participation, which are self-managed by citizens.