Beatriz Aragón Martín, Elena Ruiz Peralta, Daniel García Blanco, Ruth Caravantes Vidriales
Los términos «comunidad» y «salud comunitaria» cada vez son más utilizados en diferentes ámbitos. Entendemos que es importante explorar las diversas cuestiones que se relacionan con ellos para analizar mejor cuál puede ser nuestro papel como profesionales y avanzar en esta línea. En este diálogo abordamos las relaciones de lo comunitario con diferentes elementos, como por ejemplo el territorio, que provoca el encuentro entre diferentes grupos y colectivos al mismo tiempo que potencia dinámicas identitarias que pueden llegar a ser excluyentes. En este sentido, las prácticas en torno a la identificación y la construcción de lo común, como punto de encuentro abierto e integrador, pueden ser un medio interesante para abordar esta cuestión. Las relaciones que se establecen con el resto de los miembros de la comunidad son también importantes y se señala el peligro de reproducir estas relaciones jerárquicas que limiten el recorrido de las prácticas comunitarias. Así, se propone establecer un diálogo con las personas y los grupos que conforman la comunidad, que se atreva a renombrar colectivamente la realidad común que se vive y se quiere transformar. Por último, reflexionamos sobre los roles profesionales, así como sobre las implicaciones sociopolíticas de los diferentes enfoques de la salud comunitaria que conviven en la actualidad.
Terms such as community or community health are used more and more frequently and in multiple contexts. As healthcare workers, we acknowledge the need to reflect upon these concepts in order to shed light on the different meanings we bestow on community health. This dialogue approaches the notion of the community examining its relationships with other notions; for example, we examine how the notion of territory could trigger both communitarian networks and exclusionary practices. On the other hand, the practices that identify and help in building what is “communal” are perceived as more inclusive and as a starting point to think about what communities mean. Far from a naive vision of the community as a non-hierarchical structure, this dialogue exposes the risks of reproducing inequalities within the communities we work with. Therefore, we propose maintaining an active dialogue within the communities to collectively rename the real experienced conditions that need to be transformed. Finally, this dialogue reflects upon the professional roles arising from the different approaches to community health and the sociopolitical implications that this diversity entails.