Entre los pueblos primitivos la enfermedad no es nunca «natural», sino que su origen pertenece a un orden sobrenatural. Es por ello que el individuo encargado de restablecer el equilibrio perdido con la aparición de la enfermedad, que afecta tanto al cuerpo como al espíritu, es el chamán, quien es capaz de controlar las fuerzas benéficas y maléficas. Es decir que, para la mentalidad primitiva, la enfermedad se encuentra en el centro mismo de las creencias religiosas y de la cosmología. A la relación enfermedad-religión se suma el arte, concebido no como un objeto de contemplación estética, sino en vinculación con la religión, los mitos, ritos y sistemas de creencias.
Expresión de esta concepción son algunos tipos de objetos, como los nkisi congoleños, generalmente esculturas antropomorfas mediante las cuales el chamán lleva a cabo sus rituales. También lo son las esculturas femeninas, que tienen la función de coadyuvar en los rituales de fertilidad. Pero, además de los casos en que los objetos artísticos participan en procesos de curación individualizados, existe también una dramatización de la enfermedad en sentido abstracto. Las «máscaras de enfermedad» participan de los rituales en los que la enfermedad se presenta y se conjura a la vez. En el seno del arte occidental, una obra como Les demoiselles d’Avignon de Picasso tiende lazos hacia el arte primitivo y, como las «máscaras de enfermedad», se convierte en un exorcismo contra la muerte.
Among primitive populations, the illness never appears to be «natural», but its origin belongs to the supernatural. Therefore, the individual entrusted to reestablish the balance lost with the appearence of the illness, that affects both the body and the spirit, is the shaman, who is capable of controlling the benefic and malefic forces. That is to say, to the primitive mentality, the illness stays in the very middle of cosmology and religious believes. The art is added to the relation illness-religion, not conceived as an object of aesthetic contemplation but in relation to the religion, the myths, the rituals and the belief sytems.
Some kind of objects are expressions of this conception, like the Congolese nkisis; they are generally antropomorphic sculptures that the shaman uses to perform his rituals. The feminine sculptures are also objects used to be of help during the fertility rituals.
Appart from taking part in individual healing processes, the artistic objects can be dramatizations of the illness in an abstract sense. The «masks of illness» take part in the rituals in which the illness appears and pledges itself. In the bossom of the western art, a work like Les demoiselles d’ Avignon of Picasso is someway linked to the primitive art and, like the «masks of illness», becomes an exorcism against death.