Las medicinas complementarias están experimentando un auge importante en los países desarrollados que puede explicarse por las siguientes razones: un mayor nivel de educación, que facilita el acceso a más información sobre las diferentes terapias disponibles; un peor estado de salud, sobre todo en el caso de los enfermos crónicos, terminales y somatizadores; una mayor coherencia con determinadas filosofías de la vida o visiones de la salud; y la percepción por parte de sus usuarios de que estas medicinas son eficaces. El descontento con la medicina convencional solamente explica las consultas por parte de una minoría de pacientes. De hecho, la mayor parte de ellos utiliza ambas medicinas de forma simultánea, aunque no lo suelen comunicar a sus médicos habituales. Desde la medicina convencional debe realizarse un esfuerzo importante para facilitar esta comunicación, con el fin de evitar efectos secundarios e interacciones derivados del uso simultáneo. Por último, el auge indudable de estas medicinas ofrece una gran oportunidad para reflexionar sobre las condiciones de trabajo en que se desarrolla la medicina convencional.
Alternative medicines are experiencing an important boom in developed countries, a fact that may be put down to the following reasons: A higher educational level, which gives access to more information on the variety of available therapies; a poor state of health, especially in the case of chronic or terminal patients and somatizers; an increased coherence with certain philosophies of life or visions of health and the perception by the user that these medicines are actually effective. Only a minority of these demands of alternative medicines can be attributed to dissatisfaction with conventional medicine. Most patients, however, make use of both medicines simultaneously, although they seldom report it to their doctors. An important effort has to be done by conventional medicine to enable this communication in order to avoid secondary effects and interactions resulting from this dual use.
Finally, the inquestionable boom of these medicines gives rise to a thorough reflection on the working conditions conventional medicine is developing in.