La gestación subrogada es una técnica de reproducción asistida que gana cada vez más adeptos en el mundo, bien que todavía está prohibida en muchos países. Teniendo en cuenta que los procesos de adopción son cada vez más largos y difíciles, las parejas, con obstáculos médicos difíciles de resolver para una gestación propia, recurren a esta técnica. Pero también, la aceptación de diferentes modelos de familia por parte de la sociedad, recurre a este método para conseguir un "hijo". La técnica no deja de plantear problemas médicos, psicológicos y sociales, como el de la filiación, y no se puede dejar de señalar un terreno gris en los intermediarios y agencias para buscar la gestante subrogada y los contratos a establecer con ellas. Muchos países no aceptan esta técnica, para evitar la mercantilización de la mujer y la cosificación del niño.