Silvia de la Cruz Ares, Isabel González Alonso, Teresa García Lacarra, María del Rosario Martín de Santos
La alergia alimentaria se define como una reacción de hipersensibilidad mediada por mecanismos inmunológicos que tiene lugar en individuos sensibles tras el contacto con un alérgeno alimentario. Dentro del grupo de las alergias alimentarias, la mediada por IgE tiene una mayor repercusión desde el punto de vista clínico, ya que puede desembocar en la aparición de reacciones graves. Distintos estudios sobre la prevalencia de la alergia alimentaria señalan que es un problema de salud pública en auge que afecta en torno al 1-3 % de la población adulta y al 4-7 % de la población infantil.
Dado que el único método efectivo para prevenir la aparición de las alergias alimentarias es la total evitación del ingrediente alergénico en cuestión, distintos organismos reguladores han promulgado leyes que obligan a declarar la presencia de determinados ingredientes alergénicos en el etiquetado de los alimentos. Si bien el etiquetado de los alimentos proporciona una información valiosa para los consumidores alérgicos, la industria alimentaria se enfrenta al reto de detectar la presencia de alérgenos no declarados u ocultos.
Esto se traduce en la necesidad de disponer de métodos sensibles y fiables para la detección y cuantificación de alérgenos.
No obstante, como no existe un consenso claro para definir la concentración mínima de alérgeno capaz de desencadenar una reacción alérgica, que se suma a la falta de directrices homologadas encaminadas a la confirmación y el manejo del riesgo de alérgenos, se tiende al abuso por parte de la industria alimentaria en lo que al etiquetado preventivo se refiere.
Food allergy is defined as an immune system-mediated hypersensitivity reaction that takes place in sensitized individuals when coming into contact with food allergens. From a clinical standpoint, IgE-mediated allergic reactions are considered of high importance, as they can result in fatal reactions. Several studies about prevalence of food allergies highlight that it is a rapidly growing public health problem that affects an estimated 1-3 % of adult and 4-7 % of child population. As the only way to prevent the onset of food allergies is total avoidance of the offending food, different regulatory agencies have enacted regulations enforcing declaration of the presence of allergenic ingredients in food labels. Although food labeling provides useful information to allergic consumers, food industry is challenged to reveal the presence of hidden or not declared allergens in foodstuffs. To this end, sensible and reliable methods to detect and quantify the presence food allergens are required. However, the lack of agreement to stablish the minimum amount of food allergen able to trigger an allergic reaction, together with the lack of sanctioned guidelines to confirm the presence and to guide risk management of food allergens, is translated into a tendency towards the overuse of advisory food allergen labelling by food industries