Una de cada 5 mujeres padece episodios de incontinencia de orina. Diversas guías de buena práctica clínica recomiendan, excepto en circunstancias especiales, técnicas de entrenamiento vesical y ejercicios pélvicos activos como tratamiento inicial de elección. Se ha demostrado su eficacia para conseguir la curación o mejoría de la sintomatología, disminuyendo en un 50% la necesidad de tratamiento quirúrgico. Este tratamiento es sencillo y debería ser asumido por los profesionales de atención primaria.