En la mayoría de los países desarrollados, los antimicrobianos son el tratamiento estándar para la otitis media infantil, variando el tipo y la duración. Pero hay lugares donde el tratamiento estándar inicial de rutina es el sintomático sin usar antibióticos, con resultados similares en cuanto a la evolución de la enfermedad y las complicaciones, y esta política se ha asociado con un descenso en las tasas de resistencia de los microorganismos habitualmente implicados.