La fiebre es un padecimiento infantil universal, alarmante para los padres, pero que en la mayoría de las ocasiones se trata de una infección banal. Pese a que parece ser una respuesta útil al huésped, muchas veces se decide su tratamiento sintomático para aliviar las molestias y complicaciones que comporta. Es fundamental informar adecuadamente a los padres para conseguir el mejor cuidado del niño. Los fármacos empleados actualmente son el paracetamol y el ibuprofeno. Este último antiinflamatorio no esteroide (AINE) ha sustituido al ácido acetilsalicílico, que ha sido postergado por su asociación con el síndrome de Reye.