Josep Basora Gallisà, F. Martín Luján, A. Donado Mazarrón Romero, J. Daniel Diez
La espirometría, la clínica y la radiología constituyen la tríada básica para el manejo en atención primaria del paciente en que se sospeche patología respiratoria obstructiva, por lo que parece adecuado incorporarla como método habitual de diagnóstico en nuestra consulta. Puesto que no todos los individuos sanos tienen los mismos valores espirométricos, el análisis de los resultados se basa en la comparación de los valores que aportan mayor información (el FEV1, la FVC y su relación porcentual) con los adjudicados como teóricos para cada paciente, calculados a partir de sus datos antropométricos. Para minimizar los sesgos de observación, algunos espirómetros ofrecen una interpretación preliminar de forma automatizada, que puede ser de ayuda para el profesional no familiarizado con la prueba o bien confirmar la sospecha clínica del más experto. Aunque se les reconoce una elevada concordancia en la orientación que ofrecen, en modo alguno consiguen sustituir el criterio clínico. Sin embargo, la automatización de la prueba supone la simplificación del proceso, mejorando la resolución de problemas de salud de la atención primaria, evitando derivaciones innecesarias a niveles asistenciales superiores y, en consecuencia, aumentando la calidad percibida por el usuario