El descubrimiento por parte de Winter en 1962 de la técnica de la cura en ambiente húmedo, frente a la cura tradicional de heridas, abrió nuevas perspectivas al tratamiento de las úlceras crónicas. En la actualidad en el cuidado de las úlceras crónicas coexisten la cura tradicional (apósitos de gasa) y la cura en ambiente húmedo (apósitos de hidrogel, hidrocoloides, alginato cálcico, etc.).Los profesionales de la atención de la salud tenemos la obligación y el reto de estudiar y valorar aquellas intervenciones que redunden en una mejora de variables tan importantes como la calidad de vida y la consecución de óptimas relaciones coste/beneficio en los tratamientos que utilizamos y que nos permitan definir un marco de cuidados básicos en el trinomio: evidencia científica/coste/beneficio.