Zaragoza, España
La actividad física está demostrando en los últimos años ser una buena estrategia antidepresiva complementaria para muchos pacientes. La asociación entre el grado de actividad física y las características clínicas y sociodemográficas en la Depresión aún no se ha estudiado suficientemente en muestras amplias y representativas de pacientes. Hacerlo es importante para obtener información que posibilite mejorar el diseño de programas destinados a promover la actividad física en estos pacientes. Se reclutaron 3374 pacientes con Depresión Mayor en tratamiento, que acudieron a consulta psiquiátrica por primera vez en Centros de Salud Mental distribuidos por toda España. Fueron clasificados en tres grupos de acuerdo con el nivel de actividad física semanal que declararon. En este estudio comparamos el grupo que comunicó mayor actividad física (n = 1033; 30.6%) con el que menos (n = 858; 25.4%). Los pacientes más activos tenían menor gravedad clínica de acuerdo con la puntuación en la escala Montgomery-Asberg Depression Rating Scale (MADRS). Además eran más jóvenes, con mejor nivel educativo y de empleo, menor aislamiento social y menor consumo de tabaco. Sin embargo, cuando todas estas variables fueron controladas, la diferencia en la puntuación en la MADRS seguía siendo estadísticamente significativa. De lo anterior deducimos que los pacientes depresivos con más edad o dificultades socioeconómicas tienden a hacer menos actividad física espontáneamente, por lo que probablemente necesiten un apoyo especial al recomendárselo.
Physical activity is showing in recent years to be a good antidepressant complementary strategy for many patients. e association between the degree of physical activity and clinical and sociodemographic characteristics in depression has still not been studied suciently in large and representative patient samples. Doing so is important to improve the design of programs that promote physical activity in depressive patients. 3374 patients with Major Depression who rst came to psychiatric consultation in mental health centres in Spain were recruited. ey were classied into three groups according to the level of weekly physical activity declared. In this study we compared the most physical activity declared group (n = 1033; 30.6%) with less physical activity declared group (n = 858; 25.4%). Most physically active patients had lower clinical depression severity according to the Montgomery-Asberg Depression Rating Scale (MADRS) scale. ey were also younger, with higher education level and employment status; do not tend to live alone and less tobacco use. However, when all these variables were controlled, di!erences in MADRS Scores between groups remain statistically signicant. Older and with socioeconomic diculties depressive patients tend to do less physical activity, for this reason, it is probably that they need a particular support to recommend do exercise.