Lérida, España
Barcelona, España
La caída de cabello es uno de los motivos de consulta más frecuentes en dermatología, ya que representa cerca del 5% de las primeras visitas. Cuando tratamos a un paciente con alopecia, lo primero que debemos saber es sí es difusa, en cuyo caso probablemente sea una caída fisiológica, una alopecia androgénica o un defluvio telogénico, o si es localizada, lo que corresponderá a una alopecia areata o más raramente una tiña en el niño o una falsa tiña en un adulto.
La alopecia areata se trata con corticoides tópicos o intralesionales, minoxidil al 5% o antralina en crema. Hemos de descartar que no estemos ante una alopecia cicatrizal, en cuyo caso remitiremos el paciente al dermatólogo. En el tratamiento de la alopecia androgénica contamos con dos fármacos que, aunque no existen estudios independientes al respecto, parecen ser efectivos. Podemos iniciar el tratamiento con minoxidil al 2 o al 5%. Si a los 6 meses no se obtiene mejoría, podemos introducir comprimidos de finasterida oral de 1 mg. Ambos deben mantenerse por tiempo prolongado ya que el pelo vuelve a caer al suspenderlos.