La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante del sistema nervioso central. La neuritis óptica, la mielitis y la afección de tronco-cerebelo constituyen las manifestaciones iniciales más frecuentes. Hoy día podemos, ante un primer síntoma, valorar el riesgo de conversión futura a EM. Sabemos que el carácter dinámico de esta enfermedad conduce, en muchos casos, a una discapacidad importante. Así, modificar el curso natural de la enfermedad desde las primeras manifestaciones supone uno de los principales retos científicos en el abordaje de la EM.