A. Bergareche
En este artículo se revisan aspectos diagnósticos, terapéuticos y pronósticos que condicionarán nuestra actitud ante la sospecha de una primera crisis epiléptica. La decisión de iniciar tratamiento específico en estos casos es controvertida, por lo que hay que realizar un trabajo diagnóstico a diferentes escalas que nos permita en primer lugar asegurar con certeza que el paciente ha sufrido una crisis epiléptica y no otro episodio paroxístico, en segundo lugar, el tipo de crisis y, por último, recabar otros datos fundamentales para individualizar los factores de riesgo de recurrencia, así como las circunstancias personales y laborales del paciente, que permitan la toma de decisiones terapéuticas.