Abel Baquero Escribano, Raúl Pastor, Juan José Llopis Llácer
Los pacientes que solicitan tratamiento por consumo de cocaína y abuso de alcohol, presentan peculiaridades respecto de los que sólo consumen cocaína. La ingesta de alcohol como detonante del ¿craving¿ y conducta de búsqueda compulsiva de cocaína, influye en haber una mayor perdida de control del consumo, más problemas sociales, más conductas de riesgo y antisociales.
Hipótesis: la presencia de un metabolito denominado Cocaetileno, resultante del consumo simultaneo de alcohol y cocaína, podría explicar, la mayor toxicidad y compulsividad de estos episodios.
Metodología: Se realiza una revisión de la literatura científica sobre las consecuencias de la interacción alcohol-cocaína.
Resultados: La interacción metabólica alcohol-cocaína incrementa el potencial tóxico de ambas sustancias por separado.
El cocaetileno actúa como tóxico per se. Su presencia en el organismo provoca mayor riesgo potencial en los consumo simultáneos de alcohol y cocaína.
Existen concentraciones de cocaetileno más significativas cuando el alcohol se administra previamente a la cocaína.
Los resultados de la investigación básica muestran que, gran parte de las diferencias observadas en la acción de ambas sustancias, cuando se ingieren conjuntamente, pudieran estar debidas a modificaciones en la farmacocinética de dichas drogas y a la potencial acción del cocaetileno lo que, sumado a las respectivas acciones del alcohol y la cocaína, podría ser la base de la mayor gravedad de los cuadros clínicos observados.