Raúl Alfredo Borracci, Adriana I. Salazar, Eduardo B. Arribalzaga
En los últimos años, la proporción de mujeres que estudian medicina creció de forma constante en numerosos países. En Argentina, la feminización de la profesión médica ya muestra una mayor representación de la mujer en los grupos de edad más joven, y la proyección a 10 años indica que la mujer abarcará el 60-70% de la fuerza laboral médica en todos los estratos de edad. La adaptación a las características laborales de las mujeres requerirá aceptar la flexibilidad del trabajo a tiempo parcial y las interrupciones de la carrera originadas por la maternidad u otros compromisos familiares. Una consecuencia futura de que las mujeres eludan la mayoría de las especialidades quirúrgicas será una escasez relativa de profesionales en estas especialidades. De todas forma, deberá explorarse si este supuesto desinterés por las especialidades quirúrgicas depende del fuerte condicionamiento del modelo masculino en estos espacios. A pesar de ser mayoría, la mujer está menos representada en el ámbito académico, lo que origina a su vez una menor representación en el liderazgo médico. La mujer médica parece ser más humanitaria, empática y honesta que el varón, aportes que podrían ser muy significativos cuando las mujeres alcancen un equitativo liderazgo de opinión con los hombres. Potencialmente, hay importantes diferencias entre el perfil laboral femenino y masculino y, con seguridad, esto influirá en la organización y la economía de los futuros servicios médicos, que serán probablemente más complejos, comparativamente más caros y mejor socializados.
In recent years, the proportion of women studying medicine grew steadily in many countries. In Argentina, the feminization of the medical profession shows an overrepresentation of women in the younger group of physicians, and the 10-year projection indicates that women will comprise 60-70% of the medical workforce in all age strata. Adaptation to labor characteristics of women will require flexibility to accept part-time work and career interruptions caused by motherhood or other family obligations. A future consequence of women avoidance of most surgical specialties, is a relative shortage of doctors in these specialties. Anyway, it should be explored whether this supposed lack of interest in surgical specialties depends on the strong conditioning of the male model in these spaces. Despite being majority, woman is less represented in academia, resulting underrepresented in medical leadership in turn. Medical woman seems to be more humanistic, empathetic and honest than male. These contributions could be very significant, as long as women were able to achieve an egalitarian opinion leadership with men. There are potentially significant differences between the female and male occupational profiles, and this will certainly influence the organization and economy of future medical services, which are likely to be more complex, comparatively more expensive and better socialized.