Cuando hablamos de pacientes crónicos, hablamos del sufrimiento de una enfermedad mental severa de larga duración. En el campo de la Psiquiatría, la palabra cronicidad tiene unas claras connotaciones negativas que marcan indeleblemente al paciente que la padece, sin tener en cuenta, en ocasiones, el nivel o grado variable de discapacidad y disfunción social. Sin embargo, no es menos cierto que cuando vamos a trabajar la rehabilitación de habilidades en estos pacientes, nos encontramos con dificultades (en mayor o menor medida) de cognición, atención, memoria y concentración, que, aun no sufriendo sintomatología positiva, como ideas delirantes, alucinaciones, y desrealización, por ejemplo, nos limitan la aplicación eficaz de los cuidados y técnicas de Enfermería. En este trabajo quisiera hacer una reflexión sobre ello, aprovechando mi experiencia de trabajo en rehabilitación, fijándome en aquello que puede ayudar al paciente y a la enfermera para obtener mejores resultados en dicha rehabilitación.