En esta revisión se resumen los artículos publicados en los últimos 10 años acerca de la relación entre contaminación atmosférica y morbilidad circulatoria. Los artículos originales seleccionados analizan los efectos sobre la salud de exposiciones ambientales o experimentales a los principales contaminantes (partículas, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y ozono). Los estudios de series temporales, especialmente útiles en salud pública, han sido realizados en más de 50 ciudades. Los resultados evidencian una relación positiva y significativa de los niveles de contaminación atmosférica con diferentes indicadores de morbilidad circulatoria, generalmente ingresos hospitalarios. Los hallazgos más consistentes han sido para la contaminación por partículas, sin poder descartar el papel independiente de otros contaminantes como el monóxido de carbono o el dióxido de azufre. Los estudios epidemiológicos individuales han confirmado el efecto de la contaminación sobre grupos de individuos susceptibles y han demostrado su relación con diferentes indicadores de riesgo cardiovascular, como la viscosidad plasmática, la frecuencia cardíaca o la hipertensión arterial. Los estudios experimentales han ayudado a explicar la plausibilidad biológica de los hallazgos epidemiológicos aportando información del efecto de los contaminantes, generalmente partículas, sobre diferentes órganos diana. Aunque todavía existen aspectos importantes por explorar, las evidencias generadas en los últimos 10 años apoyan la hipótesis de un efecto directo e independiente de la contaminación atmosférica sobre el sistema circulatorio.
This review summarizes the published reports in the last ten years on the relationship between air pollution and cardiovascular morbidity. The original manuscripts selected analyse the health effects of ambient or experimental exposures to the main pollutants (particles, sulphur dioxide, nitrogen dioxide, carbon monoxide and ozone). Time series studies, especially useful in Public Health, have been accomplished over 50 cities. The results show a significant and positive relationship of air pollution levels with different cardiovascular morbidity indicators, above all hospital admissions. The most consistent findings have been for particulate air pollution, but the independent role of other pollutants such as carbon monoxide and sulphur dioxide can't be ruled out. The individual epidemiological studies confirm the effect on susceptible individual groups and they have shown its relationship to different cardiovascular risk factors such as plasma viscosity, hearth rate and blood pressure. Experimental studies have helped to explain the biologic plausibility of the epidemiological findings providing data of the effect of pollutants, generally particles, on different target organs. Despite important aspects that deserve further investigations, the evidence generated in the last ten years supports the hypothesis of an independent and direct effect of air pollution on the cardiovascular system.