Este artículo revisa la evolución de los estilos de vida e identifica algunas prioridades y líneas de mejora en prevención y promoción de la salud en el momento actual de crisis económica. Se utilizan diversas fuentes, incluida una encuesta a 30 expertos/as en salud pública y atención primaria. Entre 2006 y 2012 no se detectan grandes cambios en estilos de vida, salvo un descenso en el consumo habitual de alcohol. Desciende ligeramente el consumo de drogas ilegales, pero aumenta el de psicofármacos. La mayoría de los/las expertos/as considera que debe mejorarse la toma de decisiones sobre cribados poblacionales y vacunas, incluyendo el análisis del coste de oportunidad, y mayor transparencia e independencia de los/las profesionales implicados/as. La prevención está contribuyendo a la medicalización de la vida, pero hay opiniones divididas sobre la necesidad de algunas actividades preventivas. Las prioridades en prevención están en el ámbito de la salud mental y de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana en grupos vulnerables. La mayoría de los/las expertos/as considera que las intervenciones de promoción de la salud tienen potencial para mitigar los efectos de la crisis, y que son grupos prioritarios la infancia, las personas desempleadas y otros grupos vulnerables. Son intervenciones prioritarias las actividades comunitarias en colaboración con ayuntamientos y otros sectores, la abogacía y la promoción de la salud mental. Se considera deseable un mayor uso de la legislación y de los medios de comunicación como herramientas de promoción. Es importante clarificar el rol del sector sanitario en las actividades intersectoriales, y reconocer las limitaciones, puesto que los determinantes sociales de salud dependen de otros sectores. Se advierte asimismo del riesgo derivado de los recortes y de las políticas que inciden negativamente en las condiciones de vida.
This article reviews trends in lifestyle factors and identifies priorities in the fields of prevention and health promotion in the current economic recession. Several information sources were used, including a survey of 30 public health and primary care experts. Between 2006 and 2012, no significant changes in lifestyle factors were detected except for a decrease in habitual alcohol drinking. There was a slight decrease in the use of illegal drugs and a significant increase in the use of psychoactive drugs. Most experts believe that decision-making about new mass screening programs and changes in vaccination schedules needs to be improved by including opportunity cost analysis and increasing the transparency and independence of the professionals involved. Preventive health services are contributing to medicalization, but experts’ opinions are divided on the need for some preventive activities.
Priorities in preventive services are mental health and HIV infection in vulnerable populations. Most experts trust in the potential of health promotion to mitigate the health effects of the economic crisis. Priority groups are children, unemployed people and other vulnerable groups. Priority interventions are community health activities (working in partnership with local governments and other sectors), advocacy, and mental health promotion. Effective tools for health promotion that are currently underused are legislation and mass media. There is a need to clarify the role of the healthcare sector in intersectorial activities, as well as to acknowledge that social determinants of health depend on other sectors. Experts also warn of the consequences of austerity and of policies that negatively impact on living conditions.