María Belen Conesa Ferrer, M. Camacho Ávila
Justificación. El uso de la inmersión de la mujer en el agua durante el primer periodo del parto ha llevado a que se reduzca la duración del mismo y a un menor uso de la analgesia epidural. Sin embargo, las consecuencias de su uso con respecto a resultados obstétricos y neonatales se desconocen.
Objetivo. Este estudio pretende comparar los resultados obstétricos y neonatales dependiendo del uso o no de la inmersión de la mujer en el agua en el primer periodo del parto.
Diseño. Estudio de intervención no aleatorizado.
Lugar. Departamento de Obstetricia del Hospital Sun Yat-sen, China.
Sujetos. 108 mujeres que cumplieron los criterios de inclusión. 38 usaron la inmersión en el agua durante el primer periodo del parto y 70 usaron los métodos convencionales.
Intervención. La técnica que se pretende valorar es la inmersión en el agua de la mujer en el primer periodo del parto. Se puede usar cuando la mujer tenga una dilatación de al menos 3 cm. La mujer estará acompañada por la persona que ella elija, el obstetra o la matrona que la animarán a beber agua para evitar que se produzca una deshidratación. La temperatura del agua se mantendrá entre 35-38 ºC. La mujer saldrá del agua después de 2 horas y permanecerá fuera de ella durante 30 minutos. También saldrá de ella si presenta signos anormales como: demasiado frío, calor, alteración de la frecuencia cardiaca o de la tensión arterial, o si existe una alteración en la frecuencia cardiaca fetal (FCF). La FCF se realizará o con un Doppler especial que se puede sumergir en el agua o con uno estándar. Una vez que la mujer esté en dilatación completa saldrá del agua para que el segundo periodo del parto tenga lugar fuera del agua.
Recogida de datos y análisis. Se usó una escala visual analógica (EVA) para valorar el dolor experimentado por la mujer a los 30 minutos y a los 60 minutos desde el tacto vaginal con 3 cm de dilatación. Se consideró el valor "0" de la escala como "nada de dolor" y el valor "10" como "el peor dolor imaginable". También se recogieron muestras del fondo de saco vaginal posterior a las 24 horas después del parto a todas las mujeres del estudio que finalizaron con un parto vaginal. Asimismo, se recogieron muestras de la pared posterior de la faringe de los recién nacidos. Si no existía colonización a las 48 horas, el cultivo se consideraba negativo. Se obtuvo información sobre los siguientes resultados obstétricos y neonatales: duración del parto, sangrado después del parto, alteraciones del suelo pélvico y síntomas de incontinencia urinaria por estrés a los 42 días postparto, valores del test de Apgar e ingresos de recién nacidos en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales. También se valoró la satisfacción de las mujeres que usaron la intervención y se les preguntó si la volverían a utilizar en otros partos.
Para el análisis de datos se usó el programa SPSS 17.0 para Windows. Se utilizó el análisis de tablas de contingencia para la relación de variables cualitativas con el test de la Chi-cuadrado de Pearson, complementado con un análisis de residuos. El test de la t-test para el análisis de variables continuas con distribución normal y el test de Mann-Whitney para el análisis de variables continuas sin distribución normal. Se consideraron valores estadísticamente significativos los valores de p<0,05.
Resultados. 38 mujeres (edad media 28,66 ± 3,08) eligieron el uso de la inmersión en agua y 70 (edad media 27,89 ± 2,99) el método convencional para el primer periodo del parto. El dolor, la tasa de cesáreas y los síntomas de incontinencia urinaria fue mayor en el grupo convencional. La duración del parto, el sangrado postparto, los resultados del test de Apgar y de los cultivos fueron similares en ambos grupos.
Conclusiones. La inmersión en agua puede reducir el dolor durante el primer periodo del parto y está asociado a una menor tasa de cesáreas y de síntomas de incontinencia urinaria a los 42 días postparto.