El balón de contrapulsación intraaórtica es utilizado como mecanismo de soporte circulatorio en pacientes con fallo cardíaco secundario a diversas causas. Al ser un dispositivo que requiere vigilancia continua, es utilizado principalmente en unidades de cuidados intensivos.
Inflando y desinflando el balón intraaórtico se incrementa el riego coronario y mejora la función cardíaca. Es muy importante una buena sincronización entre la contrapulsación y el latido cardíaco del paciente.
Los cuidados de enfermería durante todo el proceso se dirigen especialmente a la prevención de complicaciones originadas por el dispositivo: tromboembolismo, hemorragia, isquemia del miembro o de órganos vitales, riesgo de infección.