Las deformidades neuroortopédicas que se presentan en los pacientes con traumatismo craneoencefálico grave conllevan importantes repercusiones funcionales que, asociadas a los déficit secundarios a la lesión cerebral, pueden constituir un aumento de la tasa de discapacidad, más importante incluso en algunos casos que los déficit secundarios a la propia lesión cerebral.
La espasticidad, la inmovilidad por pérdida del control motor, las osificaciones pararticulares y las fracturas de extremidades son las responsables de las deformidades neuroortopédicas.
Para su tratamiento se aplican medidas médico-farmacológicas, rehabilitadoras y cirugía ortopédica. Será llevado a cabo por un equipo multidisciplinario: médico rehabilitador y cirujano ortopédico, dentro de un programa rehabilitador, individualizado para cada paciente y se actúa según la fase evolutiva del proceso.