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Daniela A. Guevara, Samira Reyes, Mariuxi López, Nancy Flores, Santiago Aguirre, Erika B. Muñoz, M. Fornasini, Manuel Eduardo Baldeón
Introducción: las deficiencias de vitamina A (VA), zinc y hierro son las más comunes en escolares ecuatorianos. El objetivo del presente estudio fue estudiar la eficacia de la leche de vaca como vehículo para la suplementación de VA, zinc y hierro.
Métodos: trescientos veintiocho niños en edades entre 6 y 10 años fueron incluidos en un estudio aleatorizado controlado, doble ciego durante 23 semanas; 173 niños recibieron diariamente 480 mL de leche entera (300 Kcals; G1) y 155 niños recibieron leche entera fortificada (300 Kcals, G2). Los niños tuvieron una evaluación nutricional antes y después de la suplementación. Al inicio del estudio, G1 y G2 fueron similares en género, edad, peso, y talla. Los dos tipos de leche fueron bien aceptados.
Resultados: las concentraciones séricas de VA, zinc y hierro aumentaron significativamente en ambos grupos después del tratamiento. El aumento de estos micronutrientes fue significativamente mayor en los niños con deficiencias. No hubo diferencias significativas en las concentraciones de VA, zinc y hierro entre los grupos después de la suplementación. Además, hubo un incremento en el porcentaje de niños con IMC-normal dependiente de una disminución en el número de niños con exceso de peso al final del periodo de tratamiento en G1, mientras que en G2 no hubo cambios. Los perfiles lipídicos fueron normales antes y después de la suplementación con leche en los dos grupos.
Conclusiones: en resumen, tanto la leche fortificada como la no fortificada son excelentes opciones para aumentar las concentraciones de VA, zinc y hierro en escolares.
Background: The most common micronutrient deficiencies in Ecuadorian schoolchildren are vitamin A (VA), zinc, and iron. The objective of the present study was to test the efficacy of cow’s milk as a vehicle for VA, zinc, and iron supplementation.
Methods: Three hundred twenty-eight children aged 6-10 years were included in a randomized, double blind controlled study; 173 children received 480 mL of whole milk (300 Kcals; G1) daily and 155 children received fortified milk (300 Kcals; G2) daily for 23 weeks. Participants had a nutritional evaluation before and after supplementation. Both treatment groups were comparable for gender, age, weight and height at the beginning of the study.
Results: Both types of milk were well accepted by the participating children. Data showed that serum concentrations of VA, zinc, and iron significantly increased within both treatment groups. The increase in serum concentrations of the indicated micronutrients was significantly greater in children with deficiencies than in non-deficient ones. There were not significant differences in serum concentrations of VA, zinc, and iron between groups after supplementation. Data also showed that there was an increase in the percentage of children with normal BMI at the expense of a decrease of the percentage of children with excess weight at the end of the treatment period in G1 whereas in G2 it remained unchanged. Blood lipid profiles were normal before and after milk supplementation in both treatment groups.
Conclusions: These data indicated that fortified and non-fortified milk are excellent options to increase serum VA, zinc, and iron concentration in schoolchildren.
