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Gracia López Moyano, Carmen Durán Torralbo, Carmen Rus Mansilla
• Introducción: La educación sanitaria en la unidad de insuficiencia cardiaca favorece el autocuidado y mejora los resultados clínicos. Analizamos el impacto de la educación en el conocimiento de la enfermedad, manejo farmacológico y cumplimiento terapéutico en pacientes con diferente nivel cultural.
• Método: De la unidad, seleccionamos aleatoriamente 70 pacientes dividiéndolos en grupo A con bajo nivel cultural y B con nivel cultural medio. La enfermera registró trimestralmente el conocimiento de la enfermedad, medicación y quién la administraba mediante la Nursing Outcomes Classification y paralelamente impartió sesiones de educación sanitaria.
• Resultados: Basalmente, existían diferencias significativas sobre conocimientos básicos de la enfermedad y fármacos (16% grupo A vs 51% grupo B, p<0,05). Otra persona era responsable del tratamiento en el 52% del grupo A, vs el 16% del grupo B (p<0,01). Cumplimiento terapéutico: el 84% del grupo A lo realizaba correctamente frente al 91% grupo B. Tras 6 meses de seguimiento, no se encontraron diferencias significativas sobre el conocimiento de la enfermedad y medicación. El grupo A redujo del 52% al 32% la delegación sobre otra persona del tratamiento (p<0,05). La tasa de reingresos en la unidad de insuficiencia cardiaca fue similar: 16% grupo A vs 15% grupo B.
• Conclusión: La educación sanitaria en pacientes de bajo nivel cultural con insuficiencia cardiaca, consigue que, pese a conocer inicialmente poco la enfermedad y la medicación, se hagan responsables de su tratamiento, mejoren el conocimiento de la enfermedad y el cumplimiento terapéutico. Tras la educación, los reingresos por insuficiencia cardiaca se dan independientemente del nivel cultural de los pacientes.
• Introduction: Health education in the heart failure unit promotes self-care and improves clinical outcomes. We analyzed the impact of education on the knowledge of the disease, the pharmacological management and the therapeutic compliance in patients from a different educational background.
• Method: Seventy patients from the unit were randomly selected and assigned to either group A, low educational background, or B, medium educational background. The nurse recorded quarterly the knowledge of the disease, the medication taken and who administered it through the nursing outcomes classification, and at the same time she gave health educational sessions.
• Results: There were significant basal differences with regard to the basic knowledge of disease and drugs (16% in group A vs 51% in group B, p <0.05). Another person was in charge of the treatment in 52% of group A vs 16% of group B (p <0.01).
Treatment compliance: 84% of group A did it correctly versus 91% of group B. After six months of follow-up, no significant differences were found with respect to the knowledge of the disease and the medication. Group A reduced delegation of treatment to another person from 52% to 32% (p <0.05). The re-admission rate to the heart failure unit was similar: 16% for group A vs 15% for group B.
• Conclusion: Health education in patients with a poor educational background and suffering from heart failure enables them to become responsible of their own treatment and improve their knowledge of the disease and their treatment compliance, despite the fact that they initially knew little about the disease and the medication. After the educational process, re-admissions due to heart failure occur regardless of the educational background.
