Estudios recientes muestran que niños alimentados según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) crecen más rápidamente en peso y talla en los primeros 2-4 meses, en relación con los alimentados con lactancia artificial. Es decir, existe una influencia positiva de la leche materna sobre el crecimiento en los primeros meses de vida. No obstante, este hallazgo es frecuente en estudios realizados en USA y países hispanoamericanos.
En nuestro país, los resultados procedentes de estudios que intentan relacionar ambos parámetros concluyen que no existe asociación entre ellos, además de la existencia de una baja prevalencia de lactancia materna exclusiva. Considerando el dato de 2011 de que sólo realizaron este tipo de alimentación, al menos durante los 6 primeros meses, menos de un tercio de la población estudiada (28,5%), podríamos concluir que pese a los beneficios de la lactancia materna, sigue habiendo una tasa baja de inicio y una duración menor de lo deseable.
Por tanto, se requiere de nuestro estudio para conocer si existe correlación entre la antropometría y el crecimiento así como conocer la prevalencia de la lactancia en nuestro medio.
Y, ya que nuestra muestra de niños sanos pertenece a dos centros de Atención Primaria diferentes, se aprovechará esta distinción para comparar el tipo de lactancia entre ambos. Asimismo, como uno de los centros es miembro del iHan (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia), podremos conocer si existe en él un mayor porcentaje de lactados al pecho con respecto al otro centro de salud.