Robert Swartz
En este editorial describo una actividad rica en el aula en la que la profesora, enfrentándose a los estudiantes cuyas tareas habían sido principalmente de aprendizaje de memoria desde que comenzaron la escuela, les desafía a usar la toma de decisiones para determinar cuál sería la mejor fuente de energía para la región en la que habitan. Según lo esperado, comienzan con una actitud de "No puedo hacer este tipo de cosas". Pero la profesora les dice que son capaces y se lo demuestra. Mediante la aplicación d e un método educativo nuevo llamado Aprendizaje basado en el pensamiento, ella los guía usando una estrategia para tomar una decisión bien pensada que les lleva paso por paso a través del proceso. Y lo consiguen. Pero no sólo toman decisiones que pueden de fender, también aprenden cómo convertir su pensamiento en escritura potente y persuasiva. Ese es el paso final que otorga un sentimiento de logro que cimenta su nuevo optimismo reflejado en la actitud de todos estos estudiantes: Tomar decisiones prudentes que puedan defender es algo que ahora son capaces de hacer y de hacerlo bien. En el editorial reflexiono sobre dos cosas: (1) Si este modelo, con el objetivo de alcanzar un logro intelectual, incorpora las tácticas utilizadas por esta profesora que puedan formar el trabajo de los terapeutas ocupacionales, y (2) Cómo podemos utilizar el intenso modelo de recuperación realizado en TO para homenajear el trabajo de esta profesora como una auténtica terapia ocupacional para la mente
In this editorial I describe a rich classroom activity in which a teacher, facing students whose school work has been primarily rote learning since they began school, challenges them to use their decisión making to determine what the best energy source is for their región to rely upon. Typically they start with an attitude that they can’t do that sort of thing. But the teacher tells them that they can, and shows them. Through the application of a new educational methodology called “Thinking-Based Learning”, she guides them to do just that, using a strategy for making a well thought-out decisión that takes them step by step through the process. And they do it. But they not only make decisions that they can defend, they also learn how to turn their thinking into good powerful persuasive writing. It is that final step that gives them all a feeling of accomplishment that cements their new optimism reflected in the attitude of all of the studen ts that making careful decisions that they can defend is something that they can now do, and do well. In the editorial I reflect on two things: (1) whether this model, aiming at an intellectual accomplishment, embodies tactics used by this teacher that can inform the work of occupational therapists, but (2) how we can use the rich model of healing practiced in occupational therapy to celebrate the work of this teacher as genuine occupational therapy for the mind.