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Objetivos: Este estudio fue realizado para evaluar la percepción de las enfermeras sobre la cultura de seguridad del paciente y comprobar si está considerablemente afectada por la posición, la edad, la experiencia y las horas de trabajo de las enfermeras.
Antecedentes: La seguridad de los pacientes ha despertado el interés de los gestores sanitarios, sin embargo, hay conocimientos limitados sobre la actual cultura de seguridad del paciente entre enfermeras en la Franja de Gaza.
Métodos: Este fue un estudio descriptivo transversal, que administró el Cuestionario Árabe de Actitud de Seguridad (Forma Abreviada 2006) a 210 enfermeras en cuatro hospitales generales públicos.
Resultados: La Satisfacción Laboral fue el factor que afecta a la seguridad del paciente más percibido, seguido de la Percepción de la Gestión. La cultura de seguridad varió según la posición en la enfermería, la edad, la experiencia laboral y las horas de trabajo. Las enfermeras gestoras tuvieron actitudes más positivas hacia los pacientes que los médicos de primera línea. Cuanto mayor experiencia tengan las enfermeras, mejores se rán sus actitudes hacia la seguridad del paciente. Las enfermeras que trabajaban el mínimo de horas semanales requeridas y que tenían 35 años o más tuvieron mejores actitudes hacia todas las dimensiones de seguridad del paciente excepto para el Reconocimiento del Estrés. Las enfermeras con una actitud positiva tuvieron una mejor colaboración con los profesionales sanitarios que aquellas sin una actitud positiva.
Limitación: La generalización es limitada, ya que se excluyó a las enfermeras que trabajaban en hospitales privados y especializados.
Conclusión: La evaluación de la cultura de seguridad es el punto de partida esencial para identificar obstáculos o generadores de una atención segura al paciente. Satisfacción Laboral, Percepción de la Gestión y Trabajo en Equipo requieren un refuerzo, mientras que Condiciones Laborales, Reconocimiento del Estrés y Clima de Seguridad requieren mejora.
Implicaciones para la enfermería y la política sanitaria: Garantizar la satisfacción laboral mediante niveles adecuados de dotación de personal, proporcionar incentivos y mantener un ambiente colegiado requiere tanto una planificación estratégica como políticas institucionales a nivel administrativo superior. La creación de un entorno no punitivo y de aprendizaje, promover una comunicación abierta y fomentar la educación continua deberían ser aspectos fundamentales de la gestión hospitalaria. Se debería considerar una política de mezcla de enfermeras con experiencia y sin experiencia.
