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Eva Utrera Caballero, Lorena Pérez Brenes, María José Lopera Arroyo, María del Carmen Rosado García
En los últimos años se ha producido un aumento en el número de pacientes diagnosticados de trastorno límite de la perso-nalidad. De hecho, es el trastorno de personalidad más frecuente. El trastorno límite de la personalidad consiste en un patrón persistente de inestabilidad en las relaciones interpersonales, afecto y autoimagen con escaso control de impulsos. Estos rasgos, sumados a los de poca tolerancia a la frustración, autolesiones, ideas de muerte, intentos suicidas, inestabilidad afectiva, impulsividad, ambivalencia, ira inapropiada, pobre autoconcepto con sentimientos de inadecuación o inferioridad, baja autoestima; hacen que esta entidad presente una elevada dificultad en su manejo. Todo ello evoca fuertes reacciones contratransferenciales a los terapeutas, que reaccionan de forma evitativa y que, en muchas ocasiones, les genera estrés. Es en esta situación donde la relación terapéutica se ve amenazada. El desarrollo de una relación terapéutica es esencial para enfermería y se debe desarrollar antes de que uno empiece a participar en una fase de trabajo con cualquier paciente. Por lo tanto, para participar de manera efectiva, las enfermeras deben comprender sus propias emociones y reacciones hacia el paciente diagnosticado de trastorno límite de la personalidad. Para ser un buen profesional y cuidador es básico trabajar la capacidad para gestionar los propios sentimientos y emociones de forma adaptativa e inteligente. Este conjunto de habilida-des forma parte del concepto de Inteligencia Emocional. El proyecto que se presenta es un estudio cuasi-experimental con un programa formativo sobre Inteligencia Emocional, dirigido a las enfermeras de Salud Mental, que trabajan con pacientes diagnosticados de trastorno límite de la personalidad, de las áreas de los Hospitales de Valme y Virgen del Rocío para mejo-rar la relación terapéutica con estos pacientes. El objetivo principal del estudio es analizar la efectividad del programa para mejorar la relación terapéutica con estos pacientes, aumentando los niveles de Inteligencia Emocional de las enfermeras, disminuyendo el estrés de las mismas y aumentando la satisfacción tanto de las enfermeras como de los pacientes.
In recent years there has been an increase in the number of patients diagnosed with borderline personality disorder. In fact, it is the most prevalent personality disorder. The borderline personality disorder is a pervasive pattern of instability in inter-personal relationships, affection, and self-image with low impulse control. These features, combined with the low frustration tolerance, self-harm, thoughts of death, suicide attempts, affective instability, impulsivity, ambivalence, inappropriate anger, poor self-concept with feelings of inadequacy or inferiority, low self esteem, make this entity to disclose an high difficulty in handling. All this evokes strong countertransference reactions to therapists, which react avoidant and, in many cases, they create stress. It is in this situation where the therapeutic relationship is threatened. The development of a therapeutic re-lationship is essential to nursing and must be developed before one begins to participate in one operation with any patient. Therefore, to participate effectively, nurses must understand their own emotions and reactions to the patient diagnosed with borderline personality disorder. To be a good professional and basic working caregiver is the ability to manage one’s feelings and emotions in an adaptive and intelligent. This skill set is part of the concept of Emotional Intelligence. The project presented is a quasi-experimental study with Emotional Intelligence training program aimed at mental health nurses, who work with patients diagnosed with borderline personality disorder, in the areas of Hospitals Virgen del Rocío and Valme and to improve the therapeutic relationship with those patients. The main objective of the study is to analyze the effectiveness of the program to improve the therapeutic relationship with these patients, increasing emotional intelligence levels of nurses, reducing stress and increasing the same satisfaction of both nurses and patients.
